El acompañamiento espiritual es un proceso a través del cual se promueve y asesora el desarrollo espiritual de quien consulta, independientemente de la postura religiosa de la persona. Aquí no separamos la experiencia espiritual de la vida cotidiana de la persona, se trata de lograr ver su propio desarrollo espiritual en medio del día a día. 

“No somos seres físicos que “pueden” tener experiencia espiritual, sino seres espirituales teniendo experiencia física”.

Es diferente a una psicoterapia en el sentido de que no se trabaja necesariamente con una problemática específica, sino de un proceso a través del cual el acompañante ayuda al consultante identificar las señales de desarrollo espiritual que se manifiestan en su vida y circunstancias, así como a facilitar procesos y estrategias para su avance personal y espiritual.

En un acompañamiento espiritual la persona va descubriendo, en su vida diaria, elementos o claves que le guían en su avance; pude tratarse de pasos que parezcan pequeños pero que poseen una gran significatividad en términos de sentido personal. En procesos de esta naturaleza la persona logra distinguir aspectos más centrales de su vida y reconocer sendas de su propio desarrollo.

Uno de los principios fundamentales del acompañamiento espiritual es el que la persona pueda “develar” su propio caminar único, independientemente de ideas preconcebidas o dogmas. Conscientes de que gran parte del camino humano es aclarar la “mirada” con la que observamos nuestra vida.

SI tienes alguna consulta sobre este tipo de  acompañamiento espiritual puedes comunicarte directamente conmigo.